Día Mundial de la lengua China: la imponente muralla natural que está enclavada en España y recuerda a la de Asia

Muralla China de Finestras

Adrián Roque

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Cuando pensamos en la Muralla China, la mente viaja automáticamente a Asia. Pero en el corazón de Aragón existe una formación natural -a diferencia de su homónima asiática- que, salvando las distancias- guarda un parecido asombroso con la Muralla China.

Hablamos de las murallas de Finestres, un enclave singular en la provincia de Huesca que, lejos de ser una construcción humana, es fruto de miles de años de erosión y geología caprichosa.

En el Día Mundial de la Lengua China, ponemos el foco en este lugar que nos recuerda que el mundo está lleno de conexiones inesperadas.

Una muralla creada por la tierra y esculpida por el tiempo

Las murallas de Finestres forman parte de la Sierra del Montsec y se alzan como dos filas paralelas de roca caliza que recorren la ladera en perfecta alineación.

La disposición natural de estas formaciones da lugar a una ilusión visual que muchos visitantes relacionan con la Gran Muralla China: una muralla infinita que recorre la montaña con apariencia casi arquitectónica, pero sin intervención humana.

La magia de este lugar está en su origen natural. Durante millones de años, el viento y el agua han modelado el terreno hasta crear esta estructura imponente.

En medio de estas paredes, el ser humano dejó también su huella: aún se conservan los restos del castillo medieval de Finestres y la ermita de San Vicente, integrados entre las formaciones rocosas como parte del paisaje.

Un pueblo deshabitado y un mirador que lo observa todo

El punto de partida para contemplar esta muralla natural es el pequeño pueblo de Finestres, actualmente deshabitado. Sus casas de piedra, algunas todavía en pie, se agrupan en torno a una plaza silenciosa que parece suspendida en el tiempo.

Desde aquí, el visitante puede iniciar una ruta hacia el corazón de la sierra y maravillarse con esta obra maestra de la naturaleza.

Otro punto privilegiado para observar las murallas es el mirador de la ermita de San Marcos, desde donde también se aprecia el pantano de Canelles, un embalse que añade un matiz acuático al ya impresionante paisaje.

Cómo llegar a las murallas de Finestres

Llegar hasta esta joya escondida requiere cierto esfuerzo, pero la recompensa está garantizada. Se puede acceder desde los pueblos cercanos de Estopiñán del Castillo o Estaña, y a partir de ahí seguir hasta el puente de Penavera.

Desde ese punto, el trayecto continúa por una ruta señalizada que se puede recorrer a pie, en bicicleta de montaña o con un vehículo 4x4.

La ruta atraviesa parajes naturales de gran belleza hasta llegar al poblado de Finestres y, desde allí, el sendero lleva directamente a las murallas. El recorrido es una inmersión en el silencio, la historia y la geología del Prepirineo oscense.

Un rincón que conecta culturas sin moverse de Aragón

En pleno siglo XXI, cuando los homenajes y celebraciones internacionales como el Día Mundial de la Lengua China nos invitan a mirar hacia Asia, lugares como Finestres nos recuerdan que lo exótico también puede encontrarse en casa.

Las murallas de esta sierra aragonesa no solo evocan paisajes lejanos, sino que unen la fuerza de la naturaleza con la memoria de una historia medieval que todavía resiste entre piedras.

Porque a veces no hace falta cruzar medio mundo para descubrir maravillas que parecen sacadas de otro continente. Basta con mirar más de cerca lo que la propia tierra ha sido capaz de crear.

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